La adaptación de un gato en un nuevo hogar lleva un tiempo (puede durar desde unos días hasta unos meses), pero con un procedimiento adecuado, garantizamos que todo irá fenomenal.
Antes de nada, tenemos que recordar que los gatos son animales muy sensibles, y como tal, se estresan con cualquier cambio. Son animales de costumbres, de día a día, por lo que un cambio de hogar, con familia nueva, olores nuevos, etc. es un choque para ellos.
Debemos pensar, ser lógicos y empáticos para hacer todo lo posible para que nuestro nuevo miembro de la familia se integre bien y de la manera más cómoda (tanto para ellos como para nosotros). Debemos tener en cuenta lo que nuestro animal nos está diciendo con sus actos y adecuarnos a ellos, sin precipitarnos, ya tendremos tiempo de disfrutar de juegos, cariños y travesuras. Así que, ¡comencemos con las pautas!
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Como ya hemos mencionado, el cambio de hogar les supone muchas sensaciones nuevas para ellos. También hay que ser conscientes de que llegan a la casa nueva muy estresados, a veces, tras un largo viaje compartiendo habitáculo con más animales (maullidos, ladridos…).
El primer paso, sería tranquilizar a nuestro gato. Lo meteremos en una habitación tranquila (sería conveniente, en la habitación que durmamos, es un poco molesto, pero consideremos que es una medida temporal, con agua, comida y arenero. De esta manera, le enseñamos que ese será su nuevo hogar, que tiene todo lo que necesita y estará seguro.
- Bien, después de tranquilizar a nuestro pequeño (tras el viaje y el nuevo hogar), procedemos a presentarnos, ¿cómo lo haremos? Con paciencia y sin presiones, puedes sentarte en el suelo o tumbarte en la cama durante un rato, que se acostumbre a tu presencia, a tu olor y sepa que contigo está seguro. Cuando veamos que se siente cómodo con nuestra presencia, podemos llamarlo con un tono agradable,
- si se acerca: damos a oler nuestra mano. Si se siente seguro, él mismo te pedirá cariño.
- si no se acerca: debemos ser más pacientes. Él marca el ritmo.
Cuando él mismo se acerque y pida cariño, debemos seguir pacientes y tranquilos, no precipitarse. Movimientos relajados, voces suaves y gestos cariñosos. Podemos fomentar su comodidad con premios: barritas, snacks, sobres o jamón cocido. El primer día sería conveniente seguir este procedimiento. Tranquilidad, paciencia, cariños, comodidad, seguridad y premios.
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Recordemos: ellos marcan el ritmo.
Ellos nos muestran como se sienten con las acciones que hacen. Cuando veamos que nuestro animal está cómodo, seguro y nos ha aceptado. Podemos comenzar a las presentaciones con el resto de individuos de la casa.
¿Cómo hacemos esta presentación? Esta parte es la más delicada.
¡MUCHA MUCHA PACIENCIA!
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¡Antes de nada! Debemos ser empáticos, no reñirles, alzar la voz o alterarnos si algo se tuerce, porque si nos estresamos, podemos empeorar la situción. Respira, cálmate y haz las cosas poco a poco, tranquilamente y con mucha calma.
¡Coméncemos las presentaciones!
Paso 1: el olor
Podemos frotar un pañito (toalla, mantita, pañuelo…) en la zona del cuello de cada uno y dárselas a oler. Así conseguiremos que se acostumbren a sus respectivos olores. Los gatos tienen una acumulación de hormonas en esa zona, por lo que el olor es más fuerte para ellos si lo tomamos de ahí.También, podemos dar a oler la manta o camita donde ellas se duerman. O acariciar y dar a oler.
Un paso más, sería el olor de la habitación en sí, consistiría en hacer un intercambio de habitación. Por ejemplo, si el nuevo gato estaba en nuestra habitación y el otro en el salón:
- sin que ambos se vean, ponemos ahora a nuestro gato nuevo en el salón, para que explore el resto de la casa, huela en resto de la casa y los lugares donde se pone la otro gato/perro.
- ponemos a nuestro gato/perro en la habitación, para que huela el olor del otro, sus hormonas, arenero…
El paso del olor, se repite tantas veces como sea necesario. PACIENCIA y todo saldrá fenomenal.
Paso 2: ver
Con ayuda de un transportín, podemos hacer que se vean. El transportín ayuda a que el primer acercamiento no sea violento o conflictivo.Si vemos que se alteran mucho, podemos hacer uso de productos como Feliway y otras alternativas como los premios o los juegos.
En este paso, es muy importante que nosotros mantengamos la calma, alzar la voz o alterarnos puede ser muy perjudicial en este punto.
Paso 3: tolerancia
Finalmente, cuando se hayan acostumbrado al olor y a verse, aunque no se toleren aún y se gruñan y a veces incluso se peguen… el paso de la tolerancia, es el que más cuesta.Debemos permitir a ambos animales libertad por la casa (siempre con seguridad y vigilancia), si llegan a conflictos, podemos relajar la tensión con premios y juegos, así conseguimos desviar la atención y se relaje. Repetimos este proceso cuantas veces lo necesiten, dándoles descansos para que puedan relajarse.
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