A Chuli lo rescatamos de la calle, vivía en una colonia en peligro y necesitaba un lugar seguro donde vivir. Al principio le costó mucho confiar en nosotros y adaptarse a la vida en el refugio, pero con el paso del tiempo, Chuli va confiando en nosotros y vive muy feliz. No es muy cariñoso, pero es un gato muy divertido y juguetón, se lleva genial con otros gatos.. ¡Y le encanta el agua!