Las casas de acogida son fundamentales para llevar a cabo nuestra labor con los gatos. Muchos gatos no tienen la posibilidad de ir al refugio, ya sea por su edad o por su estado de salud, es por eso que necesitamos la ayuda de particulares como casas de acogida. Las acogidas consisten en la estancia temporal de uno o varios gatos en el domicilio de los voluntarios, durante esta estancia, los voluntarios se responsabilizan de los gatos hasta que les encontramos un hogar definitivo o hasta que finaliza la estancia temporal acordada.
Los gatitos con menos de 6 meses no pueden ir al refugio, ya que podrían enfermar y los gatos adultos podían no dejarles comer. Los gatos más pequeños necesitan unos cuidados especiales que sólo son posibles en un hogar, debido a su corta edad deben recibir cuidados y atenciones constantes. Por eso, todos los gatitos pequeños que rescatamos, van a casas de acogida.
Los gatitos pequeños van desde los bebés lactantes que necesitan ser alimentados con biberón hasta los gatitos bebés que ya se alimentan solos y usan el arenero.
Hay gatos que debido a su estado de salud, no es aconsejable que estén en el refugio. Tenemos gatos que tienen desde enfermedades crónicas hasta gatos con enfermedades eventuales, como puede ser un resfriado. Dependiendo del caso, el tiempo de acogida de estos gatos oscilaría entre el tiempo de recuperación o hasta que encuentren una familia definitiva.
Los gatos adultos normalmente viven en el refugio, pero a veces algunos gatos tienen problemas de adaptación al refugio y necesitan ser acogidos hasta que encuentran un hogar definitivo.